miércoles, 1 de abril de 2015

La Guajira y Santa Marta!

Hola, habíamos quedado en que llegaba a Cabo de la Vela, entonces ahora me toca continuar desde ahí, no? O quieren que me saltee algunos días así no me tienen que escuchar (leer) tanto? jaja. Pero como están leyendo esto por decisión propia y no por obligación, les escribo de la mejor manera que puedo, así describo bien lo vivido y pueden seguir siendo parte del viaje...

Cabo de la Vela se encuentra al norte de Colombia, casi casi la ciudad más al norte del "continente sudamericano", en medio de la región conocida como La Guajira, la cual está habitada en su gran mayoría por aborígenes/nativos de la tribu Guayuu, quienes tienen fama de ser muy agresivos, incluso han dicho que por una gota derramada de sangre guayuu se puede llegar a pagar muy caro! Algo de miedo, o más bien respecto, pero si uno se comporta como corresponde y respeta, espera recibir lo mismo a cambio, y contar con un Hummer del Ejército de Colombia en la zona da un poco más de tranquilidad, jaja.



Los días en Cabo de la Vela estuvieron muy buenos, descansando con una muy linda playa (tampoco algo de otro mundo, pero muy linda playa), agua ni tan fría ni tan caliente, y rodeado de una comunidad que poco conoce de la propiedad privada o de la intimidad, ya que todo el tiempo estaban dentro de la Kombi o sobre la moto viendo qué podían ver y tocar. No nos dejaban libres ni para almorzar o comer, tanto los niños como los adultos. Encima madrugan a eso de las 5 am por ser pescadores, así que desde esa hora se ponen al lado de la carpa o la kombi a charlar en su idioma sin dejarnos seguir durmiendo. Algo incómodo? Que cuando están con ellos charlando, de repente se ponen a hablar en su idioma, mencionan algunas palabras en español, se ríen y siguen hablando, sin entender nosotros si se nos están burlando o qué, pero no es grato estar en tierras ajenas sin entender lo que dicen y sentir que ocultan algo frente a tí, pero como dijo Martín Fierro, "Toro en mi rodeo y Torazo en rodeo ajeno...!"





Después de 2 noches nos levantamos y salimos para Uribia, a cargar combustible y seguir viaje, pero esta vez tomamos el camino corto, ese que va en medio del desierto y hay bastante riesgo de que te pierdas, pero tenemos la suerte que apenas salimos pasa una moto con un local guiando a 4 autos de turistas, así que los seguimos de cerca para no perdernos, aunque el GPS de Nico y Lola estaba marcando una ruta similar.
Ya en la carretera principal, sin asfalto todavía freno a tomar un foto porque justo pasa el tren y veo que atrás de Pampa hay una soga colgando, "qué raro" pienso, y luego me doy cuenta que esa soga estaba atando una cubierta/llanta que tenía de repuesto! Entonces tomo la foto rápido y doy la vuelta para buscar la cubierta, pero sabía que Nico y Lola venían atrás, así que seguro tenían mi cubierta. Los cruzo y en lugar de frenar, me saludan, entonces digo "pucha!", ellos no saben nada de mi cubierta, y entonces ahí recuerdo que unos minutos antes de tomar la foto vi a un camión doble cabina regresar unos metros y luego continuar viaje, y pienso que seguro regresó porque vió mi cubierta y seguro la deben tener...


Les aviso a los chicos y salgo a toda velocidad para Uribia, por donde "creo" debe estar el camión. Pobre Pampa, estamos yendo a más de 100 km/h en un camino de piedras sueltas donde en cualquier momento todo va a parar a cualquier lado, pero con tal de recuperar la cubierta arriesgo. Paso a muchos autos que nos habían pasado kilómetros atrás, pero nada del camioncito. Entonces pienso que tal vez se metió en uno de los tantos caminos de tierra al costado de la carretera y sería imposible encontrarlo, casi que pierdo la esperanza... Pero sigo a fondo hasta que unos kilómetros más adelante veo algo que parecía el camión, al principio era un bulto oscuro levantando tierra, pero al rato veo que es el camioncito que venía a todo lo que da "escapándose" del dueño de la cubierta! Los alcanzo, me pongo a la par y les hago señas de que frenen, haciéndose los desentendidos me saludan, entonces pienso "y qué onda si no quieren frenar o no me la quieren dar?", yo no estaba seguro de que hayan sido ellos, pero si no quieren frenar los paso y le aviso a la policía para que me ayude. Pero luego de hacerles señas con la mano indicándoles algo circular (la cubierta), frenan, les digo "jugándomela" que ellos tienen la cubierta que me pertenecía y que la quería de regreso, a lo que dan algunas vueltas y le dicen al que va atrás que me la dé, y me dicen que ellos la habían visto en la carretera y pensaron que era de la moto que estaba al lado sacándose una foto (osea, yo), pero que siguieron delargo. Entonces sabían que tenía dueño pero no se la quisieron dar.... No importa mucho, me devolvieron mi cubierta y me aconsejaron que la ate mejor la próxima vez, algo como una amenaza al mejor estilo "la próxima no te la devuelvo".

Ya se puede apreciar la soga colgando de Pampa...

Por este camino veníamos a más de 100 km/h para alcanzar al camioncito...

Espero a que lleguen unos cuantos minutos después Nico y Lola, les cuento lo sucedido y seguimos viaje, cargamos combustible en Uribia y seguimos para Santa Marta, o más precisamente unos kilómetros antes, donde está el Parque Tayrona que tanto nos habían recomendado.

Llegamos a la entrada al parque, preguntamos cuánto cuesta y casi nos morimos, es carísimo!!! Entonces esa noche nos vamos a dormir a un camping ahí al lado donde nos bañamos en el río en medio de murciélagos volando a centímetros nuestro! Lo pensamos casi toda la noche y decidimos entrar igual, pero para abaratar costos dejamos a Pampa en el camping ya que cobran entrada y parqueo a las motos también.

Ya en el parque entramos con carpa, comida, equipo portátil de cocina, etc. Todo listo para pasar 1 o tal vez más noches al aire libre y disfrutando de este parque natural nacional (PNN). Pero para llegar a las playas donde uno se puede bañar hay que caminar unos cuantos kilómetros entre piedras, arena y el bosque, viendo monos y todo tipo de aves y lagartijas en el ambiente. Almorzamos y tomamos una siesta, pero cuando me levanto tengo un terrible dolor en el estómago, en el lado izquierdo. Pienso que es por la postura así que no le doy importancia, pero no me puedo levantar y cada vez duele más. Recuerdo que me había picado algo en la espalda y pienso que puede ser por eso, pero no estoy seguro. Luego pienso que era apendicitis, por la intensidad, pero me dicen que eso es del lado derecho no izquierdo, entonces ni idea! Nico se porta excelente y me ayuda buscando por la zona algún médica o enfermería, y encuentra a la gente de Defensa Civil, quienes estaban recién llegando pero no dudan en atenderme. Enseguida me dicen que estoy deshidratado y me dan agua con sales para tomar, y al revisarme ven también que tengo el colon descendente (o algo así) muy hinchado, entonces llegamos a la conclusión de que tenía cólicos, y deben ser consecuencia de comer tantos días arroz y no alternar con otra cosa. Por suerte el enfermero de Defensa Civil la tiene clarísima, me hace caminar un rato, me da Buscapina y algo efervescente (que Nico compra en el kiosco del lugar) y en menos de 1 hora ya estoy de casi muerto a casi perfecto! Ya podía respirar sin problemas, no tengo que forzar la respiración, no me duele el estómago, pero tampoco me siento 100%. Decidimos regresar unos kilómetros caminando hasta un camping más barato donde dormimos y de paso la caminata me iba a venir bien. Por suerte eso fue todo del dolor, ya no me dolía más, pero esa noche no comí nada, sólo tomé líquido.



Viendo cómo comían Nico y Lola, ya que yo no podía comer nada...

Al día siguiente me levanto con mucha hambre y me doy el gusto de comprarme un chocolate con maní para tratar de saciarla! Después de ir un rato a la playa decidimos que lo mejor es irnos, ya que ninguno tenía ganas de caminar más de 4 horas de ida hasta otra playa, y luego otras 5 de regreso, así que nos vamos del parque antes de almorzar, aunque yo de pasada me llevo un "pan con queso" que está buenísimo!



Si ven con mucho detalle, se puede ver un caimán a la izquierda del árbol. Este caimán estaba en la laguna a las espaldas de nuestra carpa. Obvio que nos enteramos al día siguiente...


Cuidado con los cocos que caen sin aviso del cielo... 

Llegamos al camping, buscamos a Pampa que no enciende porque, la última noche en este camping la dejé con el led prendido por 3 horas y eso le comió la batería, así que Nico me ayuda empujándole y luego de muchos intentos arranca perfecto en 2da. Ya con Pampa cargada y regulando, partimos para Santa Marta, a unos 40 kms más o menos, pero antes vamos a pasar por Taganga, pueblito que nos han dicho que era muy lindo, pero también que era simplemente un pueblo de pescadores. Llegamos y confirmamos esto último, era un pueblo de pescadores con una ribera no muy agradable, pero con una calle costanera con más vida y seguro algunos hostels muy lindos, pero nada de eso disfrutamos, ya que sólo almorzamos arepas rellenas y seguimos para Santa Marta.



Ya en Santa Marta paramos en una estación de servicio a preguntar si se podía dormir ahí y nos dicen que no, y justo atrás mio vienen unos policías en moto que me preguntan qué estamos haciendo, y luego de explicarles me dicen que como tenía el espejo retrovisor izquierdo roto me iban a tener que hacer una multa, pero les explico que se me había roto hace pocos kms (algo cierto si lo comparo con la cantidad de kms que llevo recorrido). Pero lo que me dio bronca fue que me pararon a mí cuando en la ruta estaba lleno de motos sin casco, sin luces, de a 3 en una misma moto, y hasta sin luces. Pero obvio, frenan al turista porque tal vez "entregue" algo... Digo, no sé....

Finalmente dormimos en un parqueadero de camiones al lado de una estación de servicios. Los chicos ponen la kombi al reparo de un camión, y yo hago lo mismo con la carpa y con Pampa. Tratamos de dormir algo en la noche entre camiones que entran y salen, entre tierra que vuelva por todos lados, entre mosquitos que no dejan dormir, y entre un calor insoportable que no me deja dormir sino 2 o 3 horas. Estoy en la carpa con calor pero las ventanas cerradas por el polvo que vuelva, si abro el mosquitero entra aire pero no mucho y sí entra tierra, si abro las puertas entra bastante aire y bastantes mosquitos, al igual que polvo... Decido dormir con calor pero sin mosquitos y polvo...

Nos levantamos y vamos a la estación de servicios donde Nico hace el cambio de aceite a Dora (la Kombi), un engrase general y un buen chequeo. Luego seguimos para Minca, donde le habían recomendado a Nico y Lola, pero el camino está tan malo que no podemos seguir mucho sino van a romper la kombi, y como yo no quiero ir sólo, decido frenar y seguir con ellos. Volvemos y vamos a conocer Rodadero, la parte residencial y "exclusiva" de Santa Marta, donde hay una playa mucho más linda que la del centro, pero que sigue sin ser linda en sí. Paramos unos minutos y decidimos seguir para Barranquilla, donde yo ya había hablado con Mauricio Sanchez quien me espera en su casa para recibirme. Así mismo, estaba con el espejito roto y tenía que arreglarlo, y justo había hablado con John Jairo (de Honda Pereira), quien me dijo que habló con la gente de Honda Barranquilla y me iban a hacer lo que yo quiera en Pampa, así que tenía excusa para llegar a Barranquilla. La ruta bastante mala, pero de a momentos se pone linda mientras pasamos mar a ambos lados, en una especia de salar que rodea la ruta con algunos árboles muertos y otros casi vivos.


Unos kms antes de entrar a Barranquilla se pone una moto al lado mío y no me pasa, sino que se queda mirando, tratamos de hablar, pero no se puede porque el viento sopla muchísimo, entonces freno unos minutos al costado de la ruta perdiéndolos a Nico y Lola. Resulta ser que estamos muchachos en la moto eran de un club de Barranquilla y me dicen que lo que necesite que les diga, que me iban a ayudar. No lo puedo creer, volvemos a la amabilidad que habíamos dejado tiempo atrás desde que salimos de Medellín. Más adelante me re-encuentro con Nico y Lola quienes iban en sentido contrario, como regresando a Santa Marta, porque resulta que le preguntaron a un bus y les dijo que "me habían frenado una moto al costado de la ruta", entonces se preocuparon y salieron a mi rescate! Pero por suerte no era nada de eso, sino que eran amigos/compañeros de motos!



Ahí nos separamos con Nico y Lola quienes siguen con Dora camino a Cartagena para pasar Semana Santa, mientras mis nuevos amigos me guian hasta Honda así voy a presentarme y termino cuadrando para ir al día siguiente a dejar la moto temprano. Luego me encuentro con Mauricio y me lleva a su casa, donde soy excelentemente recibido, me invitan a comer afuera, conozco a su familia y me dejan guardar a Pampa en el garage, no me puedo quejar! Encima Mauricio me da su habitación con baño dentro.

Me levanto y voy a Honda para que vean algunas cosas de Pampa, tales como espejo retrovisor, suspensión delantera que hace algún ruido, lubricar las luces de giro que estaban con alguna falla, y de yapa me lubrican los cables de embrague y acelerador, y me cambian el "orring" de la tapita del medidor de aceite. Por Honda me pasan a buscar Ronald y Raynold del Club Honda CB 110 de Barranquilla, los organizadores del motoencuentro. Me llevan a dar una vuelta y de paso me consiguen que me laven la moto en Lava Motos La Ciudadela, quedando Pampa impecable, casi casi como nueva!!!



Más tarde Raynold me invita a almorzar y donde un amigo de ellos, Valentín, me regala unas luces led que tengo que poner en Pampa en la parte de atrás para que me vean mejor en los días de neblina o de noche. Es algo que venía buscando hace tiempo, porque no quiero que algún "boludo" me levante de atrás en medio de la neblina o de la noche...

Ya por la tarde regreso a la casa de Mauricio y con las hermanas (Cata y Ale) y una prima (Naty) salimos a dar unas vueltas y luego nos encontramos con Mauricio y su novia (Camila), para comer comida de Medio Oriente que estaba riquísima!!!

Eso es todo por el momento, les deseo una excelente Semana Santa, disfruten de sus seres queridos que tienen cerca y a descansar por unos días!

Saludos, Javi