jueves, 9 de abril de 2015

Si pasas por Barranquilla... cuenta con hospedaje!


Es 15 de Marzo, estoy en Colombia ya, pero muy lejos de la costa todavía. Entro a ver los mensajes en la página de Facebook y leo uno que dice "Si pasas por Barranquilla... cuenta con hospedaje!", y como yo tenía que pasar por Barraquilla y no tenía hospedaje confirmado, acepto y guardo el contacto.
¿Quién es Mauricio Sanchez? No lo sé, pero no importa mucho, porque es alguien que me escribió y me ofreció hospedarme en su ciudad, y con eso me alcanza, porque hay que CONFIAR EN LA GENTE... Pero ese tal Mauricio Sanchez no es otro que un amante de las motos y los autos, alguien que sigue en las redes sociales a Honda Colombia y obviamente a BMW, de quien es amante incondicional! Resulta que vio la publicación de Honda Colombia donde me mencionaban y no dudó en escribirme para invitarme.


Faltaban más de 15 días, pero por Barranquilla iba a pasar seguro! Los días pasaron y llegó el momento donde estaba en Santa Marta y tocaba seguir viaje para esa zona, entonces le escribí y me respondió al momento, sin demorarse, que no había problema y que me esperaba. Unas horas después llegué a Barranquilla, nos encontramos en un punto de encuentro y nos conocimos. Él venía en su Yamaha XTZ 250 (una moto igual a la mía, pero en otra marca) color azul, yo estaba cargando combustible en la estación de servicio y charlando con las playeras (personas que cargan combustible), nos saludamos y vamos directo a su casa, donde vivía con su padre y su mujer, y con sus hermanas. La casa es muy cómoda y está ubicada en un barrio muy lindo de la ciudad, donde incluso se pueden dejar las motos afuera porque no hay problemas de inseguridad.

Gracioso para los colombianos; tristes recuerdos para los argentinos!

Al llegar conozco a sus hermanas y a su prima, y luego de un rato llega el padre con la mujer, así que los conozco a ellos también. Y como todas las bienvenidas, son algo frías porque no conozco nada o casi nada de la otra persona, pero el hecho de la invitación ayuda a que yo me sienta cómodo. Más tarde conozco a la novia de Mauricio, que se llama María Camila, pero no viene sola, sino que trae consigo a Cristóbal, el bebé que esperan y que nacerá dentro de unos meses. Las cosas cambiaron para Mauricio, pensaba ir en moto hasta Machu Pichu en unos meses, pero al enterarse del embarazo cambió de planes y obviamente tomó la mejor decisión, elegir por su familia, y por eso hay que felicitarlo! El viaje puede esperar, a que Cristóbal nazca y luego de un tiempo subirse a la moto y cumplir su sueño, o esperar unos años más e ir junto a Cristóbal. ¿Quién sabe? Sólo Dios sabe qué pasará, así que me enteraré en un tiempo si es que logro seguir en contacto con Mauricio en el futuro, cosa que quiero, pero que todos sabemos se vuelven difíciles por la distancia.

De paseo con Mauricio, quien me llevó a recorrer la ciudad en bicicleta.
No es como la moto, acá hay que hacer esfuerzo con las piernas... jaja


En la casa Mauricio me da su habitación, la cual es muy cómoda y tiene baño privado, cosa que no me hace falta pero que agradezco y acepto la comodidad (no me refiero al baño, sino a que sea privado, jaja). Las hermanas de Mauricio, Alejandra y Catalina me reciben también muy amablemente, haciéndome sentir cómodo desde el primer momento. Lo mismo cuando llega el padre de Mauricio, quien me saluda sin conocerme y me da la bienvenida a su hogar.

Durante los días que me alojaron me llevaron a comer afuera unas cuantas veces, y no me dejaron pagar ni una sola vez, por más que haya intentado. Ya al final ni ofrecía, porque cuando un colombiano te invita, no hay forma de que te acepte siquiera un peso!

Con Mauricio compartiendo la pasión por las motos y cuidándolas como corresponde!

Como me dijo un conocido en el camino: "Lo tuyo es un eterno check-in y check-out", llegás a última hora a un lugar, y a primera hora del día siguiente te levantás y te vas. Conocés a la gente de una manera fría, y te despedís de una manera super cálida, porque ya los conocés, te conocen, y se forma una relación y/o amistad que estorba a la hora de despedirse, porque no se sabe si la despedida es hasta dentro de unos meses o para siempre!

Al mismo tiempo se conoce mucha gente, la cual te cae muy bien pero no sabés cómo continuar. Te ponés a pensar: "¿Valdrá la pena quedarme unos días más?", "¿Y si es la mujer de mi vida?", pero bueno, esas cosas nunca se saben, uno trata de intuir lo mejor posible, pero como dije hace unas semanas, "No me quedo más en una ciudad por una mujer...", a menos que dicha persona también se juegue algo, sino no tiene sentido... el viaje debe continuar!

Con Naty, la prima de... de Mauricio!

Embotellados en el estacionamiento del shopping,
mejor esperar de buen humor que irritarse!

En la mayoría de las veces, te recibe gente que comparte algo con vos, ya sea la pasión por las motos, por los fierros (autos), por los viajes, por ser compatriota, o muchas veces, por el hecho de sentirse interesados o admirar tu decisión de largar todo y salir a cumplir un sueño/desafío, y más aún en moto, con la lluvia, el viento, el polvo, el calor, el frío, pegando directo en tu rostro!
Pero nunca he tenido malas experiencias con quienes me reciben, con algunos te sentirás más cómodo, con otros no tanto, pero nadie te trata mal, y una vez que te reciben, se preocupan porque estés bien y te ayudan en todo lo que pueden.

La foto de despedida con la familia completa:
Yo; Ale; Camila (y Cristóbal); Mauricio; Catalina; Carmen y Darío

Aprovecho este post para agradecer a Mauricio, Camila, Alejandra, Catalina, Darío y Carmen por haberme hecho sentir tan cómodo en su casa! También aprovecho a ustedes a contarles cómo son las recibidas y mostrarles un ejemplo de lo que se vive y puedan sentirse más cerca de lo que yo siento cuando llego a una casa.

En el viaje, de las cosas más difíciles que se puede uno encontrar en el viaje es no tener dónde dormir, saber que llega a un lugar y que no conoce y no conocer la ciudad, si es segura o no, si se puede acampar o si los bomberos te van a recibir, y sobre todo cuando se llega de noche. Entonces, uno de los mejores regalos que te puede hacer la gente que te cruzás en el camino es invitarte a su casa, a su hogar, darte un techo, un lugar dónde dormir, y si viene acompañado de un plato de comida mucho mejor! Y si buena acompañado de buen humor, de amabilidad y confianza, ya sería un lujo!!

Con las vecinas de Mauricio, quienes al enterarse de mi viaje me regalaron un denario para que me acompañe hasta Alaska y luego de regreso a casa...

Es domingo por la noche, regresamos de comer afuera donde Maurico me lleva porque no había probado todavía el "chuzo desgranado", entonces vamos con él, Camila, Cristóbal, Ale y Cata. Regresamos a la casa y sé que es inminente la despedida, ya me tomé la foto con todos juntos antes de ir a comer, la vecina me regaló el denario, ya todo dice que de noche se apagan las luces y a la mañana siguiente cada uno sigue con su rutina/vida y yo sigo viaje. Pero hago un esfuerzo y me levanto temprano al día siguiente para despedirme de todos nuevamente. Primero es Mauricio que se va a las 7 am, luego Ale que se debió haber ido a las 6:45 am pero se quedó dormida; luego Darío que se va a trabajar minutos más tarde; Cata sigue durmiendo y no la veo, pero me despedí el día anterior;  y por último queda Carmen quien me despide por última vez y me deja la puertas abiertas para volver, algo que ya habían hecho todos los demás! Me despido sin saber si vuelvo, si regreso, pero con ganas de no irme, de quedarme... Así son casi todas las despedidas, así es la vida del viajero...

Saludos para todos, Javi