domingo, 15 de febrero de 2015

Soplando al Norte... de Perú!

Buenas buenas, cómo están todos por allá? Les cuento que hoy me encuentro en la tan conocida y nombrada Máncora, al norte de Perú, a unos pocos kms de Tumbes (frontera con Ecuador).

Si mal no recuerdo, el último post era de Chimbote, recién llegando de las sierras, pero sin contar qué pasó en esos días, así que ahora resumo y comparto fotos!
Salimos de Yungay para Chimbote, pero en el camino nos quedaba el tan famoso Cañón del Pato, con sus más de 30 túneles de todo tipo, largos, cortos, con ventanas, sin ellas, planos y desparejos! Van a ver algunas fotos como ejemplo de ello a continuación. La verdad que los paisajes muy lindos, la vista desde el camino con el cañón del lado derecho es imponente, piensas que si haces un mal movimiento vas a parar allá abajo (en algunos casos casi 100 metros), por lo que vas conduciendo con mucho cuidado, y teniendo en cuenta el fuerte viendo que hace mover la moto unos metros, y caer algunas piedras de las montañas al otro lado.

Almuerzo bajo un arbolito para evitar el agobiante calor!

(me olvidé de subir las fotos de los túneles, las subo luego!)
(...)


El camino muy lindo, pero muy agotador cuando se torna sólo ripio y serrucho, donde no se puede ir muy rápido, o tienes que ir demasiado para que el serrucho se note menos. Yo elijo esta último opción, Nico y Paula la primera. Es por eso que al final nos separamos ya cada vez más, y los espero donde termina el camino y empieza la carretera (pista), con unas ricas bebidas frías y unos minutos para descansar. No estamos lejos de Chimbote, pero hay que descansar, Nico está muy cansado de los días previos y además nunca está de más tomarse unos minutos y disfrutar del paisaje.

Luego llegamos a Chimbote, desde ese entonces nos hemos quedado en la casa de Joel Castillo, un motero de tan sólo 18 años que nos hospedó a Nico, Paula y a mí en la casa de sus padres por las noches que hicieron falta, y como si fuera poco, nos recibía siempre con el desayuno servido y con la comida lista, qué bien que nos sentíamos en su casa, pero qué mal que nos sentíamos cuando nos avisaba que las comidas estaban listas, ni oportunidad de ayudarlo teníamos! jaja.

El primer día, al levantarnos nos fuimos a Honda Chimbote (Honda Ancash), donde nos consiguió el contacto Joel y nos recibieron muy bien, tanto los mecánicos como Marco (Gerente de la tienda). A Pampa le hicieron una revisión completa, desde el carburador, la bujía, hasta el filtro de aire y algunos detalles más. Por suerte, al ser de la familia Honda, y en especial Tornado, no hay mucho mantenimiento que hacerle a la pobre, ya que se porte increíble y lo único que viene con desgaste es la transmisión, pero eso es algo habitual y común en este tipo de viaje, además de que tiene el kit original y no lo he cambiado a la fecha.

Pampa en el service, en Honda Ancash

Nico, Paula y yo con las motos listas!

Perdón, casi me olvido, el mismo día que llegamos, Joel nos consiguió que nos lavasen las motos en un lavadero de un amigo de él (José), donde luego de los caminos de tierra y ripio las motos se han ensuciado mucho. Así que en este lavadero "Brasil" nos han dejado las motos tan limpias como cuando eran nuevas, es más, al subirme a Pampa el asiento estaba encerado y casi casi sigo de largo para el otro lado! jaja.

Ese mismo día, luego de volver de Honda, hemos ido a la plaza principal de Nuevo Chimbote, donde nos encontramos con un grupo de Moteros (Yamaha FZ) que nos han ayudado con la compra de stickers y parches, y luego acompañándonos hasta lo de Joel a dormir.

Plaza Mayor de Nuevo Chimbote

Con el Club Yamaha FZ de Nuevo Chimbote

Al día siguiente volvimos a Honda, ya que la moto de Nico hacía un pequeño ruido y lo iban a volver a revisar. Yo por mi parte llevé la cubierta (llanta) que se me había raspado cuando se cayó saliendo de Lima y un gomero (llantero) le hizo un arreglo con lo que vendría a ser caucho en cinta (parecida a la cinta termocontraíble), luego la apretó en una prensa que tenía una resistencia del lado de abajo y al sacarla (20 minutos después), la llanta estaba reparada y  sólo faltaba recortar la puntas, pero está en condiciones para hacer más de 20.000 kms más, y llegar incluso a Alaska!

Casi me olvido, ese mismo día, viernes 13 de Febrero fue el cumpleaños de Joel, que pasó de 18 a 19 años, así que lo llevamos a comer ceviche a un lugar  donde él nos recomendó, pero nuevamente no nos dejó invitarlo y pagó parte del ceviche. Al llegar a su casa nos esperaba la familia con un almuerzo muy rico que sin dudarlo disfrutamos todos hasta el final del mismo, salvo que Paula estaba inspirada y no paraba de hablar, así que no terminaba más de comer su plato, jaja. Ya para cuando terminó no quedaba nadie más en la mesa más que yo y la madre de Joel. Por cierto, ese mismo día después de almorzar llegó Yago desde las sierras con su Honda Biz, así que también se quedó a dormir en lo de Joel.

Festejando el cumpleaños de Joel con su familia
(de izq a der: Padre y Madre de Joel, Joel, Yago, Nico, Paula y Yo)

Imposible resistirse a 2 porciones...

Por la tarde nos quedamos todos con nuestras computadoras escribiendo bastante y poniéndonos al día, subiendo fotos y videos, y ya por la noche nos íbamos a encontrar con el grupo de Joel de motos (Pulsar), pero justo antes nos llaman para que bajemos ya que había una torta y alguien la tenía que comer, jaja. Brindamos con un vino Peruano, muy dulce que parecía Fresita (ideal para mí, jaja), y luego de unas porciones que estaban muy ricas, nos subimos a las motos y nos fuimos a encontrar con la gente de Pulsar y luego con otro grupo de moteros cerca de lo de Joel. Ahora sí, después de eso a dormir, ya que al día siguiente madrugaba para avanzar al Norte...

Fernando (Coleccionando Aventuras) junto con Yago (Yago por América)

Nico llevando a Joel, yo iba con Paula

Todo estaba definido ya, el día sábado por la mañana iba a salir rumbo a Piura para dormir, comprar aceite y luego seguir al día siguiente para Máncora... pero como suele sucederme con mis planes, las cosas luego cambian. Ya había conseguido quien me reciba en Trujillo para desayunar (Walter) y luego él me consiguió donde dormir en Piura (en lo de Jorge), pero como llegué a Piura muy temprano decidí seguir camino para Máncora... Eso sí, luego de comprar el aceite de la moto y decidirme por comprar aceite y respetar el mismo en los próximos cambios, así que compré algo bueno y fácil de conseguir, un Motul 5100 (15w 50) semi-sintético, que me sirve para todas las temperaturas y es uno muy recomendado para esta moto. Además, consejo de Nico y de Yago, es recomendable mantener el mismo aceite para que se forme una película protectora y no se pierda en cada cambio de aceite.

Junto a Walter, en las afueras de Trujillo

El atardecer kms antes de Talara

Nota: Es insoportable cómo los camiones, buses y algunos autos NO respetan a las motos en la ruta que va de Chimbote a Máncora!!! He tenido que tirarme más de 20 (sí, 20) veces a la banquina (berma) porque vienen de frente sobrepasando otro vehículo, y cuando ven una moto frente a ellos, sólo ponen las luces altas para que la moto se tire a la banquina, una locura!!! Y lo mismo cuando algún que otro camión u ómnibus te quiere sobrepasar en la ruta (y eso que vengo a no menos de 80 km/h), vienen excediendo la velocidad máxima permitida para camiones y ómnibus, y cuando te sobrepasan y no les da tiempo para regresar a su carril porque viene otro vehículo de frente, no dudan y te tiran a la banquina para entrar ellos! Una lástima que se conduzca tan mal en esta parte de Perú, hace que el viaje no sea tan placentero!

Salgo rumbo a Máncora, pero si recuerdan ando sin GPS, así que en el primer desvío sigo de largo y en lugar de ir hacia Máncora voy para la costa, para Paita, ya eran 35 kms de más que estaba haciendo, jaja. Por suerte le hice caso al gran consejo de Joel y me descargué el programa MapMe en el teléfono, el que me salvó la vida unas cuantas veces, ya que te bajás los mapas de los países que querés, y sin conexión a internet podés ver dónde estás (eso sí, necesitás que el teléfono tenga GPS, y el mío por suerte lo tenía), así que ya tenía en mi teléfono una buena aproximación a un GPS, por lo que me ahorro tener que comprar otro más adelante! MUCHAS GRACIAS JOEL!!!! EXCELENTE APORTE!!!

Ya en Paita tomo la ruta correcta para ir a Máncora, pero en el camino... en el camino... había un animal muerto en la ruta... y cuando hay un animal muerto en la ruta, qué más hay? Noooo! No eran pájaros, eran 2 perros del tamaño de un labrador que estaban sobre el carril derecho. Yo me corro al carril izquierdo para darles más distancia y empiezo a tocar bocina bastante tiempo antes, a lo que un perro (sí, "un", sólo uno) se corre a la derecha, mientras que el otro... el otro se corre al carril izquierdo, ese por donde yo venía a más de 80 km/h. Quieren saber qué pasó? Bueno, esperen al próximo capítulo... Bueno, está bien, les cuento, pero antes una pregunta, qué pasa cuando uno choca un perro en un auto o camioneta a más de 80 km/h? Sí, correcto, se rompe todo el paragolpes. Bueno, se les ocurre qué puede pasar cuando chocas con una moto un perro a la misma velocidad? Pero... por suerte o por gracia de Dios, no sucede lo que todos creíamos, ya que estoy contando esta historia y no desde una cama del hospital, sino desde un banquito frente al bar del Hostel (Loki) en Máncora. Regresando a lo sucedido, cuando lo tenía a 10 metros y veo que el perro se cruza exactamente en la dirección de la moto, no hago lo que cualquiera haría, volantear, o frenar a fondo, ya que por suerte tengo una mucho mejor reacción, y esa reacción fue agarrar fuerte el manubrio y tirar todo mi peso al mismo, sin siquiera tocar el freno o mover la moto. Reflejo correcto o no? No lo sé, pero sí sé que con ese reflejo le pego de lleno al perro en medio de las costillas (o tal vez los cuartos traseros) con toda la rueda delantera. Mi cabeza no pensó en nada en ese instante, ni en cómo iba a caer al asfalto ni en cómo se iba a romper la moto, mente en blanco como cuando uno pasa un bache enorme con el auto, no? El perro sale despedido y queda tirado al costado de la ruta, yo no entendía nada, ya que estaba esperando la caída para ver dónde ponía las manos, cómo rodaba para reducir el impacto, y viendo los pedazos de la moto por toda la ruta, pero... Pero nada de eso pasó, siento un golpe enorme en la rueda delantera, que se transmite al manubrio, y luego a mis brazos, los cuales por suerte llevo bien agarrados y con todo el peso de mi cuerpo en los hombros. Bajo la velocidad, tratando de ver cómo se había roto la rueda delantera de la moto, pero... Pero nada de eso pasó, la rueda estaba intacta, perfecta, ni un rayo doblado, ni la cubierta (llanta) golpeada ni pinchada. Freno al costado de la ruta, ya que no entendía nada, porque según la estadística yo debía de estar rodando en el asfalto con los brazos y piernas desparramados por todos lados, la moto por otro, y quien sabe, algún auto debía frenar para ayudarme. Entonces freno, reviso la rueda, los faros auxiliares, el guardabarros, el para-golpes (mata-perros justamente), y nada estaba dañado. Se ve que le pegué justo con el medio de la rueda y de la tal forma que la moto ni se movió y todo el impacto fue absorbido por la rueda y la presión de la misma, haciendo que el perro salga despedido para el costado de un sólo movimiento, ya que no creo haberlo pasado por arriba, no creo, pero...

Bueno, luego de todo eso, sigo camino, pero ya la luz estaba bajando y decido que mejor que ir a Máncora es ir para Lobitos, una playa surfer antes de Máncora que me recomendaron. Luego de ir por camino de tierra, arena y ripio llego a Lobitos, pero eso fue luego de que en Miramar un grupo de trabajadores petroleros me vean, me saluden, les pregunte cómo llegar a Lobitos, y entusiasmados con la moto y mientras me explicaban me convidan un vaso de cerveza que no rechazo. Una vez en Lobitos busco alojamiento, pero nada bajaba de 25 soles, y llegaba hasta los 50 soles por una cama. Sigo hasta la playa, ya pensando en acampar sobre la misma, pero no había luz, pego la vuelta y entro a un Albergue para preguntar donde podía acampar, a lo que el señor de seguridad me explica, pero justo sale el dueño y me dice que él me apoyaba, así que me daba un lugar dentro del predio para acampar, dejar la moto, usar los baños y hasta ducharme, todo con seguridad incluida! Este gran gesto fue hecho por Tito, del Albergue Punta Lobitos, en Lobitos. Cocino un arroz un poco pobre, me voy a dormir, y al día siguiente me levanto, me ducho y salgo a caminar por la playa. Luego de una vuelta regreso, desarmo la carpa y salgo rumbo a Máncora, ya que Lobitos estaba bueno, pero no había mucha gente como para socializar y hacía mucho calor. Me ofrecen quedarme más días y hasta volver cuando quiera, a lo que agradezco pero sigo viaje.

Vista de la playa de Lobitos tomada desde el muelle

¿Podés creer que el pájaro se paró justo cuando le quería sacar una foto al sol?

Plaza de Lobitos: Los lobos marinos y el surfista!

Muchas gracias Tito y "Albergue Punta Lobitos"


Llego a Máncora, una ciudad bastante más grande que Lobitos, y hay poco alojamiento, pero por suerte en el Hostel Loki me ponen en lista de espera y consigo lugar para mí, y obvio para Pampa. Tal vez me quede unos 4 o 5 días aquí, para descansar un poco, hacerme amigo de la playa que mucho no me llama, hacer el cambio de aceite a Pampa, y alguno que otra excursión (hay una de todo el día no muy cara que me interesa y otra a nadar con tortugas marinas, pero esa es muy cara y existe posibilidad de ir en moto y ahorrarme mucha plata, así que voy a ir me parece). Por suerte en el centro de Máncora (a 1 cuadra del hostel) consigo una riñonera que estaba buscando desde hace tiempo para cuando esté en la moto, ya que los bolsillos de la campera son muy pequeños. Y también consigo unas ojotas (hawaianas) que me estaban haciendo falta porque no tengo nada que pueda mojar, las alpargatas (QA) son muy buenas, pero no las quiero meter al mar, además las ojotas están a 1/4 de lo que cuestan en Argentina.

Les mando un saludo grande a todos, y cuando termine con Máncora subo el resumen!

Espero hayan pasado un excelente día de San Valentín, día del Amor y la Amistad!

Saludos desde Máncora, Javi