Muy buena semana para todos! Espero estén todos muy bien viendo este post, y si hay algo que pueda hacer por ustedes me dicen, pero sólo les recuerdo que uno es dueño de su vida y sus actos, así que si algo no te gusta, cambialo!
Bueno, y ahora empezando con el post, habíamos llegado hasta Etzatlán, donde me estaba esperando Miguel Urista, un motero muy bien reconocido internacionalmente por su gran hospitalidad y ayuda a motoviajeros de todos lados!
Llegando a la casa de Miguel Urista, en Etzatlán
Llego a Etzatlán, un pueblo muy lindo de más de 20.000 habitantes, con las calles empedradas, sin edificios, con gente barriendo las veredas, y por sobre todo, con muy pero muy poco tráfico! Llego a la casa de Miguel, donde está el portón abierto y paso, pero Miguel está en el consultorio atendiendo, ya que es dentista y de algo hay que vivir, jaja. Entonces me voy para el consultorio, donde están todas las puertas abiertas y él está atendiendo, así que no molesto y me voy a un almacén enfrente a comprar algo para tomar y comer. Regresando del almacén lo veo a Miguel afuera, mirando mi moto y buscando al dueño. Nos saludamos y me voy para la casa, donde me espera la chica que los ayuda con las tareas diarias, me muestra mi habitación, el baño, y se retira.
Aprovecho a tomar un muy buen baño en "La Cueva del Viajero", un anexo que tiene la casa de Miguel donde hay una habitación muy amplia con varios colchones inflables, de los cuales elijo uno y lo inflo, pucha! No para de subir, debe medir casi 50 cms de alto, debe ser súper cómodo! Entonces, bañado y con la cama lista, me pongo a ordenar la moto, ya que Miguel llega más tarde y hace tiempo que no desarmo todo para re-organizar las cosas. Además bajo la carpa y la bolsa de dormir, ya que con la lluvia de ese día se mojaron por fuera, y no quiero que junten humedad por dentro.
En "La Cueva del Viajero", con un colchón espectacular!
Ya más tarde llega Miguel, su mujer Verónica, su hijo Miguel (h), una familia muy amable y con una casa muy linda donde viven y lamentablemente no tomé ninguna foto para que vean lo linda que es, con un estilobien mexicano! Nos vamos con Miguel a probar unos tacos que recomienda, los cuales son muy pequeños pero están muy ricos, y se compensan comiendo 6 en total! Una muy buena comida para compensar el día bajo la lluvia y el frío...
Pegando la calcomanía de Miguel en Pampa
Pegando mi calcomanía en su moto, la primer calco!
Con Miguel, Juan y su ayudando en el taller
Ya al día siguiente Miguel se levanta temprano para salir a correr, yo lo iba a acompañar, pero el sueño me puede y me quedo durmiendo. Ya de regreso de correr, me cruzo con Miguel y nos vamos al taller de Juan, quien lo está ayudando a Miguel a preparar su moto, una Kawasaki KLW 650. Nos regresamos a la casa y desayunamos muy rico algo que preparó Verónica. Ya luego salgo en la moto para el taller, donde voy a intentar poner las luces led que me regalaron en Barranquilla pero nunca tuve tiempo de colocar, hasta ahora!
Juan y sus ayudantes, amantes de las motos y cuatriciclos
Llego donde Juan, y nos ponemos a charlar y ver la cantidad de motos, cuatriciclos y motosierras que arregla. Enseguida nos ponemos a ver a Pampa y empezamos a trabajar en los soportes para las luces, donde Juan me suelda unas arandelas que quedan espectaculares, y encima las pinta enseguida de negro. Yo luego me pongo a hacer la instalación eléctrica, conectando las mismas al mismo relay que tengo con el led frontal, así se prenden cuando prende la frontal, en caso de noche o con neblina, así puedo ver bien para adelante con el led que me regaló Aby de Máncora, y ahora me van a ver de atrás desde bien lejos con los led que me regaló Valentín de Barranquilla. Para hacer una mejor conexión Juan suelda con estaño los cables y queda espectacular, pero uno de los led andaba haciendo falso contacto, así que después de unos arreglos los deja perfecto!
Pampa con sus nuevas luces led. No pueden decir que no me ven de noche...
Mientras Juan hace otros arreglos en otros motores, yo ajusto y engraso la cadena de Pampa para seguir rodando y que dure más. También limpiamos el filtro de aire con soplete, así que no hay más que hacer, todo en orden y listo para seguir muchos kilómetros más.
Colocando las luces led en la moto de Miguel. Yo hago que trabajo, jaja
Juan me regala un pistón chiquito y una cadena de distribución de recuerdo
Al mediodía me pasa a buscar Miguel y vamos a almorzar a su casa tipo 4 pm, bastante tarde para mí, pero algo común para ellos. Comemos una lasagna muy rica que prepara Verónica. Yo había comido una porción de pollo en lo de Juan, la cual estaba muy rica, y ahora esta lasagna me viene espectacular para comer muuuuy rico! Después de almorzar me pongo a escribir algo y publico el último post, aprovechando que Miguel se iba a trabajar y yo no le iba a dar la espalda a nadie. A eso de las 6 pm salgo con Pampa al mirador, donde se puede apreciar Etzatlán completa al mismo tiempo que se recorre un muy lindo camino hasta llegar a la cima.
De fondo Etzatlán
De regreso paso por el taller de Juan, donde me quedo con él un rato mientras trabaja y yo veo las motos que tiene arreglando. A los pocos minutos va en busca de un tequila y me prepara un trago para que pruebe, pero como no tomo alcohol porque no se me hace rico, pruebo el trago y nada cambia, no me gusta, pero lo sigo tomando para no quedar mal, cuando se vacía un poco le agregamos agua con gas, pero nada cambia. Luego se vuelve a vaciar un poco y le agrego mucha coca-cola, pero lo mismo. Al final le pido perdón a Juan y le dejo el vaso para que se lo tome él. El tequila en shot lo puedo tomar sin problemas, pero en trago (tequila + agua con gas + coca-cola) no lo puedo disfrutar. Me voy a lo de Miguel a bañarme y alistarme, ya que en la noche Miguel va a poner unas alitas de pollo para que comamos con Juan y algunos amigas más.
Por la noche llegan todos en sus motos y nos ponemos a comer las alitas que están buenísimas, sumado a unas tortillas con queso que trajo Juan. Entre charlas e historias de motos se hacen ya las 12 de la noche y me agarra el sueño, así que nos tomamos unas fotos en La Cueva del Viajero y nos despedimos.
Foto post alitas de pollo!
Ya siendo jueves por la mañana salgo rumbo a Culiacán, donde me espera un amigo de Miguel, Jorge, otro amante de las motos que me espera en su casa, aunque son casi 700 kms así que tengo algo de miedo de que se me haga de noche, pero por suerte la ruta está muy buena, toda libre (sin peajes), con muy buena señalización, con pocas subidas, pocas curvas, etc. Todo esto, sumado a que a las pocas horas paso por una ciudad y un cartel dice: "Cambie su hora del reloj en este punto", entonces gané 1 hora de viaje, aunque ya estoy 3 horas atrás de Arrgentina. Salí a las 7 am y llegué a las 4:30 pm a la casa de Jorge, me quedaron más de 3 horas de luz, las cuales me venían bien si pinchaba o si algo pasaba, pero nada de eso sucedió, pude manejar a un promedio de 95 km/h porque Pampa anda muy bien, y hasta tiempo para desayunar en el camino, almorzar, y frenar a tomar una coca, porque me agarraba el sueño, y dicen que la coca ayuda, porque los energizantes son extremadamente caros en México así que ni cerca de comprarme uno.
El paisaje impregnado de piedras volcánicas enormes!
Camiones cañeros, un peligro!
La carretera muy linda, desértica, con algunos cactus muy grandes en el camino, algunos con forma de cactus, otros con forma de árboles. Pienso en tomarme una foto con los cactus, pero está fuera del camino y tengo miedo de pinchar, así que mejor no, lo haré en Baja California, donde dicen hay cactus gigantes. Sigo recorriendo, paso Tepic, luego Mazatlán, y el camino se vuelve algo aburrido, todo recto con pocas curvas y el paisaje muy repetido. Lo que nunca pero nunca van a dejar de aparecer son los reductores de velocidad (túmulos, lomos de burro, policías acostados, etc), los cuales en México están en todos los pueblos en cantidad, y la carretera libre (sin peaje) pasa por todos ellos. Hay reductores de todas formas, algunos tipo serrucho, otros altos, otros más tipo plataformas, algunos señalizados, otros no. En todos hay que reducir la velocidad, pero con Pampa ya voy aprendiendo y en algunos casos bajo a cero, y en otros caso puedo pasar sin problemas rápido, y en algunos en diagonal se pasa bastante bien, sin necesidad de bajar de 6ta a 1ra.
Reparaciones en la ruta, algunas demoras pero todo sea por una mejor carretera
Controles del Ejército en la ruta, similar a Colombia
Llego a lo de Jorge y me recibe su mujer muy amable, ya me estaba esperando y me ayuda a ingresar la moto al barrio privado. Luego llega Poncho, un señor de bigotes hasta la quijada, con la clásica pinta de un motero de Harley, y no estoy errado. Poncho es amigo de la familia y amante de las motos, con una Harley 1.450 en el garage y una Itálika (marca mexicana) para circular por la ciudad. Al rato llega Jorge, quien me iba a esperar pero tuvo un dolor de muelas y se fue al dentista. Ya con Jorge, su mujer, Poncho y yo, almuerzo muy rico y luego nos vamos a dar una vuelta por Culiacán, donde me enseña la ciudad y los mitos de Sinaloa se vuelven a deshacer.
Con "El Tigre" y "La Güera"
Sinaloa, un estado con mucha fama y muy conocido, donde hay muertos todos los días, narcos en todos lados, policía con ametralladoras en camionetas gigantes, pero... Pero no se ve violencia en las calles, donde la gente camina sin problemas, donde hay niños jugando, autos, oficinas, supermercados, etc. Porque como dicen acá, si estás limpio y no tenés nada que ver, nada te pasa! Y para ser así, ya que en una de las ciudades más peligrosas del mundo se vive muy bien, muy tranquilo, sin problemas. Uno sale en carros sin blindas, en moto, la gente anda en bicicleta, se va al supermercado, se carga combustible... como en cualquier otra ciudad! Pucha que a la gente le encanta hablar mucho sin saber, y con eso logran la fama que tienen muchas ciudades. Poco más de 1 millón de almas viven en estas ciudad. Pero lo cierto es cierto, no te metas con ningún narco, familiar, o mucho menos con sus mujeres, porque... porque sos boleta!
Ya viernes por la mañana me levanto y desayuno un riquísimo omelete con tortillas y luego nos vamos a Costa Rica, un pueblito muy pequeño y tranquilo donde Jorge tiene su clínica (es médico ginecólogo) y con su Ana Luisa, su mujer, nos vamos a la casa de uno de sus hijos, donde yo aprovecho a escribir un poco. Por la tarde, tipo 3 pm saldré para Los Mochis, a 200 kms, donde me espera una hija de Ana Luisa para recibirme y llegarme a una alberca a hacer tiempo, ya que el ferry que me cruza a La Paz (Baja California) sale a las 3 am del sábado, pero debo estar en el puerto a las 12 am.
Salgo rumbo a Los Mochis a eso de las 3 pm, acompañado por Jorge y Ana Luisa hasta la salida de la ciudad, porque como dice Ana Luisa, no quiere que queme neuronas buscando la salida a la carretera cuando ellos me pueden llevar sin problemas. Lo primero que hago en la carretera es cargar combustible, ya que vengo en reserva y no quiero quedarme tirado en la ruta, aunque hay estaciones de servicio (PEMEX - Monopolio en México) cada 10 kms más o menos. Ya con el tanque lleno sigo rumbo a Los Mochis, donde a las 6:30 pm me encuentro en una gasolinera con Brenda o con Martín, para hacer tiempo hasta que salga el ferry. En el camino se levanta un viento fuertísimo, tan fuerte que no puedo siquiera sacar una sóla mano del manubrio, ya que si me descuido y no estoy atento, el viendo me puede sacar de la ruta. Por suerte las ráfagas vienen cuando estoy atento, y me corren la moto sólo 1 metro, así que puedo quedarme dentro de la carretera, pero es muuy cansador. Vengo muy cansado de la cantidad de kms del día anterior, y con los ojos muy secos del viento que pega, así que freno unos 40 kms antes a comprarme algo para tomar y descansar unos minutos. Se acercan 2 chicos de los que limpian los vidrios en los autos en la gasolinera y nos ponemos a charlar, no tendrán más de 10 años. Mientras les cuento un poco, el más chico se pone a limpiarme el vidrio, el guardabarros, los laterales, en fin, de gauchada me limpia a Pampa, así que les regalo lo que me queda de la coca-cola, bebida que elegí para mantenerme despierto.
Llego a la gasolinera a las 18:15 hs, 15 minutos antes de que llegue Martín muy puntual a buscarme en su camioneta, para llevarme a una casa donde me espera Brenda con algunos amigos, lugar donde nos ponemos a charlar, y entre un tema y otro, deciden llamar al periódico local para que me haga una nota, aceptando enseguida y enviando un reportero y un fotógrafo. Pero antes de eso conozco a todos los amigos de Brenda y Martin, los cuales me dan una bienvenida muy linda, ofreciéndome todo lo que tienen para que me sienta cómodo, y por cierto me siento así, ya que son muy simples y me entiendo enseguida con ellos. Me ofrecen un jugo de naranjita, el cual está muy bueno, y entonces me bajar unas naranjitas del árbol para que pruebe.
Gran y "gran" familia me recibió en Los Mochis!
A los pocos minutos llega el reportero y me hace la entrevista con la grabadora en mano, diciéndome que más tarde vendrá el fotógrafo a tomarlas fotos. Por cierto, todavía no se si esto saldrá el domingo en el periódico EL DEBATE o en su suplemento PERFILES.
Foto que me pasó el fotógrafo del periódico
Ya luego de la entrevista y las fotos, Martín me lleva a recorrer el centro y luego a una alberca (quinta) donde hay unos amigos de él que me reciben con una excelente amabilidad y sincero interés por el viaje. Por cierto, son las 11 pm y todavía no comimos y ni tengo pasaje para el ferry, pero luego de que llamen y les digan que el ferry sale a las 4 am y que estemos allá a las 2 am, no hay apuro, así que Martín me invita a comer unos tacos muy ricos, típicos de Los Mochis, de carne asada que está buenísima! Luego de eso, vamos a buscar a Pampa y salimos para Topolobampo, a unos 25kms, donde se encuentra el puerto donde me embarco para cruzar a La Paz, en Baja California Sur. Llegamos al puerto y no hay ningún ferry, son las 12:30 am, la oficina de Baja Ferries está cerrada, pero pregunto en una de al lado y me dicen que el ferry se retrasó y va a llegar recién al puerto a las 6 am, así que no ale antes de las 12 pm del sábado. Le pregunto a esta agencia si no me lleva con la moto y me dicen que no porque no tienen amarre, entonces les digo que yo tengo, ya que tengo 2 que me regaló Mauricio (Barranquilla) y uno que me regaló Jorge (Culiacán), así que aceptan y me pasan el precio, pero sale $500 más que la otra opción, entonces decido esperar al día siguiente. Me despido de Martín que se quedó conmigo hasta que defina todo, y luego me tiro a dormir al lado de Pampa, ya que no la quiero dejar sola por las dudas.
En "la alberca" con los amigos de Martín
Martín, fiel en el puerto hasta que yo arregle mi embarque!
Por la noche aprovecho a dormir bien contra el piso, sin colchoneta ni aislante, pero al refugio de las gotas que amenazan con llover, pero por suerte se quedan sólo en algunas gotas sueltas. Hasta que a las 6 am empiezan a "romper las b..." los sancudos (mosquitos), así que no puedo dormir más, porque encima parecen ser inmunes al Off, así que no puedo dormir y ya está amaneciendo.
Ahí, entre la maseta y Pampa, debajo de la lona, se duerme bastante bien...
Tengo que esperar hasta las 9 am, hora en que abre la oficina de Baja Ferries, así que me quedo dando vueltas por ahí hasta que veo 3 motos pasar detrás de Pampa con destino el ferry, así que luego de unos minutos salgo a buscarlos, y me encuentro con 2 Harley Davidson y una BMW 1.200, con 4 mexicanos en las mismas, 3 de DF y uno de Cancún. Me pongo a charlar con ellos unos minutos porque son muy amables, y también demuestran interés en mi viaje y en mi Honda Tornado. Ya siendo las 9 am voy a ver si puedo comprar mi boleto, y por suerte luego de pagar $50 para que me digan que Pampa pesa 220 kgs, saco el boleto y me acerco a ellos en moto, ya que estaban al principio de la fila. Nos quedamos charlando hasta que nos dicen que tenemos que subir al ferry. Por cierto, este ferry es similar al anterior entre Colombia y Panamá, pero con la diferencia de que este va lleno de camiones que cruzan a La Paz y bastantes camionetas de empresas, como una que lleva decenas de ataúdes...
Esperando el embarque, cerca de las 10 am
Subiendo al ferry
Atando las motos contra la baranda para evitar que se mueven en el viaje
El ferry tiene 4 pisos para autos, motos y camiones, y otros 3 o 4 pisos para las personas. Ah, y me entero que el almuerzo viene gratis, aunque sin bebida ni postre, pero no me importa porque justo antes de subir compré un agua y unas galletas dulces. Durante todo el viaje me quedo con los mexicanos, que alquilaron camarote porque la ida original era de noche, pero con el retraso terminó siendo a mediodía. Dejo mi mochila donde ellos y me voy a ver unas películas/series en los diferentes ambientes que tiene el ferry. También aprovecho a dormir unos minutos y comer algo, total son 7 hs de viaje para los pocos más de 200 kms que hay que navegar.
El Capitán de Puerto dejandoel ferry post-salida
Almorzando con mis nuevos amigos
Repleto de camiones por donde se lo mire...
Llegamos a las 7 pm al puerto de La Paz, donde esperamos que bajen a todos los camiones de los pisos superiores, y luego nos dicen de bajar las motos que por suerte habían quedado bien amarradas. Ya abajo nos hacen volver a pesar las motos y nos cobran $77 de un "derecho de puerto", y como no hay opción, toca pagarlo. Luego viene un control del Ejército de México, y sigo viaje para La Paz, donde de camino nos cruzamos con una maratón en la ruta que nos obliga a perder más de 20 minutos esperando, hasta que alguien de la Policía se aviva y nos deja un carril para que los autos y motos avancemos. Ya son casi las 9 pm y todavía no llegué al hotel donde me espera una habitación paga, regalo de Manuel, un amigo de mi tío Alejandro. Mi tío vive en Canadá, pero por alguna razón conoce a Manuel que vive en La Paz, pero que justo no va a estar estos días acá, asi que me regala una noche de hotel como cortesía!
Llegando a La Paz
Les cuento los detalles en el próximo post, ya que este era desde Jalisco hasta Sinaloa. Baja California Sur queda para la próxima semana...
Saludos, Javi
