domingo, 11 de enero de 2015

Desierto de Chile...

Buenas buenas!

Pasé unos días en Santiago de Chile visitando unos amigos que me alojaron, y consiguiendo los últimos detalles que me faltaban para seguir viaje.
Lamentablemente en la mañana del día que iba a recorrer todo Santiago buscando las cosas que me faltaban me encuentro con el GPS con un golpe en la pantalla, y al prenderlo no se ve nada, me quería morir, tenía todos los mapas cargados desde Argentina hasta Alaska... Pero bueno, quejarme no iba a servir de nada así que a solucionar el problema.
Si querés conocer Santiago, te recomiendo salir sin GPS, tardarás más tiempo, pero conocés su gente y muchos lugares a los que no tendrías que ir con GPS, pero que sino no los hubiera conocido, jaja. Cuando entro a la 4ta casa de Garmin para ver qué GPS tenían, me muestra el que estaba buscando por todo Santiago, uno básico y a un precio accesible, pero cuando lo voy a pagar, miro para atrás y veo uno chiquitito modelo viejo y le pregunto qué precio tenía y me dice la mitad que el que me iba a comprar, así que no lo dudé y le dije que me lo llevaba, pero no me lo quería vender porque me dijo que no se consiguen repuestos y demás, pero después de convencerlo de que era incluso más nuevo que el que se me había roto, me lo vendió y me lo llevé conmigo.

2 días después, ya con todo listo salí para las oficinas de Kimberly (mi ex trabajo) en Santiago a saludar a mis ex compañeros y almorzar con ellos, y uno de ellos me dice que para donde yo iba (La Serena), estaban los padres de él de vacaciones en un pueblito antes, que si quería me podía alojar donde ellos, así que luego de pensarlo y no queriendo molestar, acepté la invitación y salí rumbo a Guanaqueros. La ruta muy buena, todo doble vía, poco tráfico, pero bastante nublado y con mucho viento, así que la moto venia de un lado para el otro y yo tuve que frenar a ponerme el buzo y seguir camino. Llegué a eso de las 9 pm a destino donde me recibieron excelente con carbonada casera y un sandwich de lomito (Muchas gracias familia Llopis!).



Al día siguiente me levanté, y luego de desayunar salí rumbo a La Serena a cambiar el aceite y el filtro en una estación de servicio, y dormir en una zona que me recomendaron. Camino a La Serena veo una moto al costado del camino, pero como no parecía tener problemas sigo viaje hasta una estación de servicio donde compré el aceite y cambié (por primera vez) el aceite y el filtro a la moto. Y aproveché y engrasé la cadena que ya venían muchos kilómetros de ruta y no lo había hecho todavía. El cambio de aceite muy bien por suerte, salió el litro y medio que tenía el motor y entró el nuevo, no hubo mayores percances más que un poco de aceite derramado en el playón de la estación porque no me dí cuenta y las últimas gotas no caen, chorrean entonces al tener la moto despareja se chorreó todo por el cubrecarter y no cayó en el embudo como estaba planificado.
Cuando me estoy por ir de la estación de servicio me saludan y tardo en darme cuenta quien era, hasta que después de unos segundos de que me dijo su nombre recordé que era quien me había vendido el cubrecarter. Me comenta que él era el de la moto averiada al costado del camino y que se le había cortado la cadena, que lo trajeron a dedo junto con su novia hasta La Serena, pero que la moto había quedado en la banquina a unos 25 kms de ahí, así que entre las opciones que teníamos (porque ya me sentía dueño del problema también) le ofrezco llevarlo en mi moto así traíamos la de él, pero había un problema, no teníamos un segundo casco, ya que los suyos habían quedado escondidos al costado de la moto.
Entonces veo unas motos ahí afuera y le preguntamos al playero si era de ellos y si nos podían prestar el casco, quien luego de dudarlo, nos lo dió sin problemas. Y como garantía se quedaban mis 2 valijas laterales, mi mochila y la novia de Gaspar, jaja.



Por suerte salimos a buscar la moto y la trajimos sin problemas, así que ahí cada uno siguió su viaje (ellos para el sur, y yo para el oeste/norte). Salgo camino a Valle de Elqui que me habían recomendado, pero cuando llego a donde me recomendaron de la estación de servicio no me gusta nada el lugar, y los demás lugares quedaban como 50 kms más lejos, fuera de la ruta que debía seguir, así que vuelvo a La Serena y tomo rumbo al Norte, camino a Vallenar, una ciudad que estaba a una distancia prudencial como para no manejar de noche y avanzar algunos kilómetros a destino.
Entro a Vallenar y no veo nada parecido a un camping o un hostel, así que me decido a ir al Cuartel de Bomberos de la ciudad a pedir alojamiento. Pero como no sabía dónde quedaba me tocaba preguntar, hasta que algo me dice que doble a la derecha por la que venía, y justo en la esquina siguiente apareció el Cuerpo de Bomberos de Vallenar, donde al instante me dieron alojamiento, una cama, sábanas, un baño y una cordialidad admirable.
En el Cuerpo de Bomberos, estábamos jugando al ping pong cuando sonó la sirena, un incendio en una casa. Salieron todos corriendo a ponerse los equipos y esperar a que llegue el chofer, ya que como son voluntarios no había ninguno de guardia. Cuando llega el chofer salen para el lugar y antes de llegar, otra dotación había llegado de otro cuartel y confirmó que no era incendio de una casa, sino quema de basura en el patio de la misma. Regresan todos con caras tristes por el stress generado sin sentido.



Nos vamos a dormir, y a la madrugada suena nuevamente la alarma, esta vez me quedo en la cama viendo cómo se visten rápidos los voluntarios (un chofer se había quedado a dormir por las dudas), me vuelvo a dormir. Al día siguiente pregunté y era un principio de incendio en una casa que pudieron controlar sin problemas por suerte. Desayuno, me despido y sigo viaje luego de una indicaciones de caminos a recorrer que tuve en cuenta para el dia que tocaba.





Ya son las 10 de la noche y estoy en la carpa frente al Mar Chileno, en el Parque Nacional Pan de Azúcar, unos 30 kms al norte de Chañaral. Hoy tomé una ruta que me recomendaron para esquivar la ruta principal que estaba bajo reparación, por suerte el consejo fue muy bueno (muchas gracias Camilo!), la ruta era de tierra con sal encima que la hacía parecer arcilla, muy pareja y firme, pero que no llueva o bajen las nubes, jaja. Como venía a no más de 80 kms/h, la moto consumió tan poco que con 300 kms recorridos me quedaban algunas gotas en el tanque, pero había llenado un bidón, así que repuse antes de que quede en cero.
Acá en el camping en el Parque Nacional Pan de Azúcar me encontré con unos alemanes de unos 50 años que están por 4 semanas en Chile cumpliendo algo así como su sueño, ya que a los 20 años y monedas no pudo recorrer de Alaska a Ushuaia por circunstancias de la vida y se estaba arrepintiendo, así que pidieron permiso a sus familias y se tomaron 4 semanas para recorrer un poco en moto, están en 2 Falcon 400 alquiladas en Santiago.



Mañana salgo para Antofagasta a unos 400 kilómetros, así que cargo bencina (como lo dicen acá a la nafta) y salgo rumbo al desierto. Por cierto, el nombre bien puesto, porque por más que haya viento, no hay árboles que se muevan, ni cactus ni animales todavía. Y ni la arena se mueve con el viento, porque más que arena son piedritas las que hay.
La idea es llegar mañana a Antofagasta, para ir el día siguiente a San Pedro de Atacama, y una vez ahí esperar al Dakar que cruzará por esos lados.

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Ahora estoy en San Pedro de Atacama, luego de pasar la noche en un camping de una especie de Club en Antofagasta. Por cierto, los kilómetros desde Chañaral hasta Antofagasta son los 400 peores kilómetros que recorrí, realmente no hay nada, desierto de cosas lindas, y de las feas también! Pero bueno, ya lo sabía de antemano así que no hay que quejarse.
Llegué a Antofagasta a la tarde, luego de recorrer en un cuartel de bomberos me dijeron que no tenían lugar porque estaban haciendo un curso, recorrí un poco la ciudad, pero era un estilo Mar del Plata, así que decidí seguir viaje hasta Calama, a unos 200 kilómetros al norte. Salí sin fijarme la nafta, y para cuando veo ya era tarde, tenía que volver unos cuantos kilómetros o bajar la velocidad para consumir menos, así que seguí a no más de 70 km/h, pero la moto pedí más, que raro! jaja. A mitad de camino se abrieron mis ojos, porque veo a lo lejos lo lejos lo que parecía una estación de servicio, así que freno, y por suerte lo era, así que cargué nafta y seguí viaje ya con el sol a mis espaldas.
Llegué a Calama y pedí lugar en un cuartel de bomberos, pero me dijeron que no podían darme en esta época, así que NO era el día para pedir alojamiento, lo más barato era un Hostal a 25.000 pesos chilenos (500 pesos arg), así que seguí buscando hasta encontrar un camping, en el que dormí, me bañé y arranqué esta mañana para San Pedro de Atacama, a tan sólo 100 kms pero cruzando más de 3.400 msnm donde la moto se apunó un poco. El camino muy lindo por suerte.





Los voy dejando, me voy a recorrer este pueblito que parece ser increíble pero que no tuve tiempo todavía.

Saludos!!