miércoles, 21 de octubre de 2015

Colombia, el único miedo es que no te quieras ir...

Hola, cómo están? Al igual que todas las demás veces, espero que estén excelente, disfrutando de cada día que pasa y con quienes los rodean! Yo estoy excelente mientras escribo esto, estoy super contento, el viaje viene de 10, no estoy ni un poco cansado, sino más bien motivado por todo lo que queda, pero también porque aprendí a disfrutar el día a día sin mirar tan lejos para disfrutar, sólo mirando lejos para planificar!


Bueno, hoy estoy en Las Lajas, en Colombia todavía. Pero les resumo un poco mi estadía por Pereira así no quedan huecos en el relato. ¿Se acuerdan que había terminado con el video de los mecánicos infragantis mientras probaban la GoPro? Bueno, después de Honda me fui para lo de Guilllermo (Memo) y Margoth, los padres de María Claudia Vega, mi compañera de trabajo de Kimberly, quienes también viven con Margarita, la hermana mayor de María Claudia. Como era de esperar, me recibieron excelente como la vez pasada, parece que no hubiesen pasado los 7 meses que pasaron desde aquel Marzo cuando los conocí por primera vez. Me recibió Margoth en el garage, ya que justo llegué cuando ella estaba bajando del auto; luego al subir, me recibe Memo con su humor de siempre, super simpático! Y lo mismo sucede con Margarita, quien tanto aquella vez como esta se super preocupa para que yo me sienta bien y me organiza programas todo el tiempo! Y para no olvidarme, también está Irene, la señora que trabaja en la casa y la vez pasada me dio para que me lleve una bolsa enorme de "moneditas" (plátano frito cortado en rodajas).
Esa misma noche me pongo a hablar con Margoth comentándole que tengo que ir al día siguiente a sacar el SOAT (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito), y ella me dice que trabaja en una aseguradora, así que al día siguiente va a averiguar si me lo pueden dar de alta.


Jueves por la mañana, me pongo a ordenar un poco las cosas y aporvecho a usar internet un buen rato, luego de haber desayunado con Memo porque Margoth se fue a eso de las 7 am. Son las 9 y llega Margoth, me dice que sí me pueden sacar el seguro y que la acompañe a las oficinas así hacemos el trámite. Por suerte fue algo muy rápido ya que el chico de la oficina fue super amable y sabía exactamente qué tenía que darme, así que luego de pagar el seguro nos volvemos con Margoth a su casa, donde almorzamos con Catalina, la otra hermana de María Claudia. Catalina vivía en Bogotá y fue donde me alojé ahí los últimos días, pero ahora se vino a vivir a Pereira de nuevo porque el clima es mejor que en Bogotá, donda hace más frío y más lluvias. Su marido, Santiago, todavía sigue viviendo en Bogotá pero viaja los fines de semana hasta que se puedan mudar definitivamente a Pereira ambos y Martina, la hija de 2 años que tienen juntos.
A eso de las 3 nos vamos con Margarita y una amiga de ella, "Pájaro", a una finca en Florida, donde al llegar me encuentro con un lugar lindísimo que tiene a sus espaldas un río, y en el frente 2 estanques con patos, gansos, y 2 perros super tiernos. La finca es de un amigo de ellas, quien llegó más tarde en su moto (BMW G650GS) y nos pusimos a charlar de todo un poco, del viaje, de turismo, de proyectos que tiene en mente, y de motos, jaja.














Paisajes en Florida



Ya por la noche Margarita me deja en "María La Mexicana", un restaurant de comida mexicana donde me voy encontrar con María Fernanda, la "primita" (25 años recién cumplidos) de ellas, para comer algo y ponernos al día. María Fernanda regresó de estudiar en Australia y ahora empezó a trabajar en una cadena portuguesa de supermercados, así que nos ponemos a charlar del viaje y de su nueva etapa de la vida, para luego irnos a dormir ya que ella está en una etapa de capacitación/aprendizaje y está trabajando miles de horas por día.

Viernes por por la mañana, llovió toda la noche y sigue lloviendo, aunque más despacio. Agarro la moto y me voy a Honda a despedirme de los mecánicos y de Lorena, ya que lamentablemente John Jairo (Jefe de Taller) sigue en Cali y no regresa sino hasta el sábado o lunes. En el taller me pongo a charlar con los mecánicos y les muestro el post que publiqué esa misma mañana, el que tiene la foto de todos ellos y el video gracioso. Se empiezan a reir entre todos y burlarse de los que aparecieron. Por cierto, tanto el miércoles como el viernes estaba lloviendo, entonces pocos clientes llevan sus motos al taller, razón por la cual están con poco trabajo y pueden usar el tiempo para distenderse y pasarla bien, mejorando el ambiente de trabajo.
Luego del taller, subo a saludar a Lorena y está reunida con un distribuidor de la zona de Armenia (ahí cerquita de Pereira) y con el Gerente Regional de Ventas, así que les cuento un poco de mi viaje y luego pasamos a la vereda donde está Pampa y me tomo unas fotos con ellos.
Luego de Honda me voy a unas casas de motos acá cerca a conseguirme unas "cubre-botas" impermeables ya que las galochas que tengo están agujereadas y no sé cuánto más aguanten, además de que en Colombia todo el mundo usa estas botas entonces están muy baratas.

Regreso a las 12:30 hs a almorzar a la casa de los Vega Mesa, pero me olvido que ayer habíamos quedado con Ángela, otra amiga de Margarita, de ir a comer a Filandia a un restaurant muy lindo que hay en dicha ciudad, y Ángela nos va a invitar a ambos. El camino a Filandia es muy lindo, nos demoramos poco menos de 1 hora, pero no se nota porlos paisajes, las fincas al costado de la ruta, y la música que puse Ángela mientras manejaba ("Los Ángeles" de Medellín), algo así como boleros...
Luego de almorzar muy rico unos platos típicos del lugar y de compartir entre todos una picada con chicharrón, nos regresamos a Pereira, donde por la noche me iré a lo de Catalina porque ahí está Martina (2 años) y la quiero volver a saludar, sumado a que justo llega Santiago de Bogotá y también lo quiero saludar. Nos vamos con Margoth y Guillermo (ellos en su auto y yo en mi moto) a lo de Catalina para charlar un buen rato, "picar" algo y luego aprovechar a descansar ya que el día fue largo y al día siguiente toca manejar bastante.

Estación de Peajes contruida con "Guadua" (similar al Bambú)


Fincas camino a Filandia

La iglesia de Filandia

El interior de la iglesia de Filandia en madera

Con Irene, la "chef" de las excelentes "moneditas" de plátano frito

Catalina, Martina (en brazos) Santiago, Margoth y Guillermo


Sábado por la mañana, me levanto, desayuno con Santiago, Catalina y Martina, y salgo rumbo a Popayán, a donde quiero llegar no muy tarde para recorrer la ciudad que en el viaje de "subida" no pude recorrer bien por el calor que hacía y por el tráfico que había. Pero esta vez me encuentro con algo totalmente diferente, no se si fue mi estado de ánimo o que era fin de semana y no día de semana, pero la ciudad me parece super linda, llena de iglesias y casas muy coloniales que hoy mantienen su estilo.



Acá me quedé a dormir en un Hostal que quedaba en la plaza principal, edificio al lado de la Catedral, así que super céntrico y de lo más barato de Popayán encima.


Les dejo unas cuantas fotos de Popayán para que puedan apreciar sus iglesias y por qué le dicen "La Ciudad Blanca"...

Las calles de Popayán:








Iglesias de Popayán:


 



Catedral de Popayán (izq) y Torre del Reloj (der)

























Cúpula de la Catedral
 

Detalles de Popayán:

Vista de la plaza principal desde el Hostel

Vista de Popayán





"Popayán a sus Hijos Gloriosos"

"El Teatro"










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Domingo por la mañana, son las 7 am, me levanto, ordeno todo y salgo para el estacionamiento donde dejé a Pampa por la noche. No son las 8 am y ya estoy arriba de Pampa saliendo por las calles de Popayán con destino Las Lajas, al lado de Ipiales, al lado de la frontera con Ecuador.


La ruta empieza similar a como había terminado el día anterior, con muchas curvas y en muy mal estado, no parece una ruta que una dos grandes ciudades como lo son Ipiales y Popayán. Sigue habiendo Ejército al lado de la ruta cuidando los puentes y con operativos en diversos lugares, pero en ningún momento me frenan, simplemente me saludan con el pulgar arriba como gesto de amabilidad. Algunos cortes de ruta por reparaciones, pero nada grave, tampoco llueve así que no hay drama.






Son las 11 am y me cruzo en la ruta a un motoviajero argentino, Pedro Rivera, quien está viajando en una Kawasaki KLR 650 negra desde Argentina y quiere darle la vuelta a Sudamérica, pero tiene que ver cómo va a hacer para entrar a Venezuela por Colombia, sino tocará devolverse hasta Perú y hacer el Amazonas como lo pienso hacer yo, para estar cerca de Venezuela, ya que entre Brasil y Venezuela no hay drama y las fronteras están abiertas. Charlamos unos minutos y seguimos viaje, cada uno en dirección opuesta. Pedro empezó hoy en Pasto y se dirige a Cali; yo empecé en Popayán y me dirijo a Las Lajas. En medio de la charla me comenta que se cruzó con un Citroën con patente argentina con 2 jóvenes dentro, que estarán a 10 kms de ahí, así que sigo con intención de encontrarlos, pero...
...pero hago unos cuentos kilómetros y nada. Estoy por llegar a Pasto y ahí los pierdo seguro, porque tal vez hagan noche ahí. Yo creyendo que con el Citroën no deben ir muy rápido espero alcanzarlos en la ruta, ya que hay muchas subidas y seguro les haga bajar la velocidad. Pero... paso una curva y veo un auto blanco parado al costado de la ruta, bah, mitad afuera mitad adentro, la señora y el señor me hacen señas, obviamente que freno. Me dicen que por una piedra en la ruta pincharon la rueda delantera derecha y que no saben como cambiarla, que si los puedo ayudar... ¿Y cómo me puedo negar? Después de todo lo que me ayudó toda la gente a mí en todo el viaje, es lo mínimo. Esto me retrasa mi llegada a Las Lajas y el "encuentro" con el Citroën, pero no hay drama, hay prioridades en la vida, y ayudar al prójimo es una de ellas.



Cambio la rueda del auto y ambos seguimos viaje, ellos super contentos de que yo haya frenado, porque no sólo les cambié la rueda, sino que además con el compresor les inflé más la rueda de auxilio que estaba muy baja. Y encima me dicen que estaban ahí desde hace rato porque nadie les quería frenar, así que más contento me pongo. Ya al despedirnos me pregunta mi nombre y que cuánto me deben... jajaja, qué les voy a cobrar, con un "gracias" me alcanza y sobra.

Sigue la ruta sin mayores problemas, pero el cielo se está poniendo gris y empiezan las primeras gotas, nada grave, pero empiezan a mojar cada vez más. No me pongo el equipo de lluvia porque "algo" me dice que no va a ser grave, y así es, llego finalmente a Las Lajas con muchas nubes arriba, habiéndome mojado un poco, pero ya seco por el viento.
Lo primero que hago en Las Lajas es ir directamente a donde había visto en internet que me podía alojar a un precio re bajo, es en la Casa Pastoral de Las Lajas, donde al llegar me dan una habitación privada con una cama matrimonial y baño privado, todo por tan sólo COP 18.000, menos que el hostel del día anterior donde dormí con otras 7 personas. Acá duermo solo, baño privado, cama más grande y encima más barato! Dejo la moto y me voy al Santuario que queda a unos pocos metros, ya que la Casa Pastoral está camino al Santuario, que por cierto es gratis, así que más contento me pongo! jajaja.

Vista desde el mirador antes de entrar a Las Lajas

Casa Pastoral Las Lajas

Por suerte en el Santuario puedo tomar bastantes fotos y realmente es tan impactante como las que ví en internet. También se dice que esta Iglesia, de La Virgen de Las Lajas, es la más linda del mundo, y no lo puedo confirmar, pero es sin dudas las más linda e impactante de todas las que ví, no por su tamaño, sino por dónde está construida. Les dejo algunas fotos...

El famoso Santuario de Las Lajas



 







Unas horas después regreso a la Casa Pastoral, busco a Pampa y nos vamos de paseo, porque me dijeron que se puede ir al otro lado del río, desde donde puedo sacar algunas fotos de la iglesia y con Pampa en la foto, así que allá voy!
A mitad de camino encuentro un puente muy lindo y grande que encima del mismo río, y justo una pareja mirando por el puente, así que les pido si no me pueden sacar unas fotos mientras yo me voy por un camino de ripio que está ahí cerquita. Ni idea a dónde lleva el camino, pero siempre quise sacarme una foto de lejos. Lamentablemente el chico no es experto en fotos y salen fuera de cuadro o fuera de foco, pero no importa, agradezco la voluntad y me quedo con algunas que salieron "más o menos", pero eso es mucho más que no tener fotos.

Entre Las Lajas y Potosí




Vista desde "el ángel"





Ya de regreso de la sesión de fotos con Pampa, la dejo nuevamente en la Casa Pastoral y bajo al Santuario, donde a las 5 pm hay misa y tengo ganas de ir, ya que en el viaje sólo fui una vez, en Querétaro con mi tío. Ya al finalizar la misa, saco algunas fotos dentro de la iglesia y por fuera para que se vean mejor las luces que tiene, pero está lloviznando así que me escapo rápido a comer algo, así ya después voy a la habitación a escribir todo esto que pasó en estos dias y tomar una ducha calentita. ¿Mi comida? "Cuy", que no es otra cosa que "ratón de campo" o "cuis" (en Argentina). Un animalito que tiene menos carne que un pollito, pero que me tentó al verlo girar sobre la parrilla horas antes.

El Santuario al atardecer:

(por dentro)

(el altar)


Mi habitación en la Casa Pastoral

La vista desde mi habitación (jardín interno de la Casa Pastoral)

Paisajes en Las Lajas


Bueno, mañana es lunes y pienso salir temprano para Ecuador, cruzar frontera lo más temprano posible, ir al Cementerio de Tulcán donde parece que los árboles están podados de manera espectacular, y luego seguir para el Volcán Cotopaxí, donde tengo serias dudas de poder quedarme, ya que una chica en el hostel en Popayán me dijo que está en "alerta amarillo" y que no dejan entrar y hasta han evacuado las casas de la zona. Bueno, mañana veremos....

Les cuento más en el próximo post!

Saludos, Javi